Autora: Amanda Espejo
Colección "Dame la Mano"
Especificaciones
Registro Propiedad Intelectual N° 220049
Tamaño: media hoja carta a lo largo.
Páginas:28, en papel kraf.
Tapas de cartulina Canson, color, 160 gramos.
Encuadernación: corchete y lomo.
Edición numerada de 50 ejemplares.
"Si trato de
definir claramente la razón que me impulsó a escribir este “decimario”, pienso…no
puedo identificar en singular una de ellas. Se trata, de una amalgama de ideas
o sentimientos que se fueron asentando cada vez más fuerte en mi obsesión de HACER
hasta que, finamente, me decidí por este
formato y obra.
La décima,
a pesar de lo “antiguo”, popular, limitado o hasta obsoleto que nos pudiera
parecer como forma de versar, no lo es tal, pues la rima, tan despreciada y
aborrecida hoy en día por los gestores de nuevos “ismos” que siguen tornasolando las
vertientes de la literatura, tiene sus retos, y entre ellos, además de lograr
la musicalidad requerida, está el no limitar con el palabra escogida, la idea a
expresar.
El pensar
así ya me pareció todo un desafío en cuanto a tener entre mis textos algo en
tal modalidad. A la par de aquello, el respeto y admiración que –creo- sentimos
casi todos los chilenos por nuestra Violeta
Parra y sus décimas cantoras, unido a todo el encanto nostálgico que se nos viene a
la memoria al hablar de la Lira Popular y sus
décimas denunciantes, fueron empujón más que suficiente para que me decidiera a
homenajear, a la altura de lo que se me ha dado, a estas décimas que se comienzan a consolidar en el siglo XVI, y que a pesar de todo y todos, aún se resisten
a morir.
Una breve
indecisión al momento de pensar qué temas iba a tocar en ellas, se vio
rápidamente superada al decidir que no tenía por qué referirme sólo a tópicos
folclóricos, sino, a lo mismo que expresaría en verso libre o hasta en prosa.
Hacerlo de otro modo hubiese significado restarle mérito al género, ya que una
temática amplia es, precisamente, lo que puede refrescar e infundir un nuevo
rostro al concepto.
DÉCIMAS. Me
pregunté al comienzo: ¿ y a dónde irán a parar estas décimas?
Decididamente me
respondí: a cualquier parte, pues decidí montarlas sobre un barco de
papel para que navegaran “sin timón y sin
frontera” (al decir de Serrat) y
a su completo desvarío y antojo.
Convengamos
entonces, que todo lo esbozado tiene mucho de ello: antojo, y como tal,
resulta más sabroso el momento de degustar el resultado y compartirlo sin otro
norte que la satisfacción de saber que este trabajo no naufragó en el camino y
que tiene un conglomerado de ojos lectores a los que puede acceder dignamente
portando como mérito mayor, la
ratificación de la palabra".
Amanda Espejo
Quilicura / 2012